Pasan los días, los partidos, y nada aparta la serie final de la Copa Davis de una estricta lógica. El concepto central para analizar el sábado es el mismo del utilizado para los dos primeros puntos: pasó lo que debía pasar. Desde una mirada estrictamente tenística, no hubo ni la menor de las sorpresas en el doble que Marin Cilic-Ivan Dodig le ganaron a Juan Martín Del Potro-Leonardo Mayer por 7-6 (7/2), 7-6 (7/4) y 6-3.
Los lineamientos generales previstos se cumplieron todos. Ambos líderes estuvieron en la cancha, la influencia de los servicios marcó el desarrollo parejo, durante los momentos cruciales y de definición se vio el mayor oficio de los croatas en la modalidad de parejas, y el impacto de una desventaja amplia hizo desaparecer de las mentes del equipo argentino la esperanza de una sorpresa. A la sombra de estas premisas se moldeó el resultado. Sin quiebres en el primer set, dos errores de volea de Mayer cuando el tie-break estaba 1-3 inclinaron la balanza.
El impacto se sintió. Del Potro perdió su saque en el arranque del segundo, por suerte con tiempo y espacio numérico para esperar la recuperación. Otra vez dos voleas falladas, ahora por Dodig cuando el set estaba 4-3 y saque para los locales, impulsaron a los argentinos que, con ese envión, llegaron a otro tie-break. En el ánimo y la tensión se notó que era el momento decisivo del partido. En idioma de juego la traducción fue elocuente: la devolución ganó los primeros siete puntos de ese tie-break. Por poco, pero en definitiva por algo, los croatas volvieron a quedarse con el set. Mostraron mayor oficio para variar posiciones propias, promover en el rival situaciones poco habituales, y arrinconar el desarrollo de un solo lado, para cambiar abruptamente al otro. ¿Como se hace todo esto? Son años, suele decir el saber popular. Dodig es un gran doblista y fue el responsable de la mayoría de las decisiones. Y en los momentos de peso, Cilic mostró su jerarquía para cerrar sin dudar. Del otro lado, quedaron expuestas las limitaciones de una dupla que sin serlo, juega como tal.
El set final fue solo un pausado andar hacia un final con destino irreversible. Croacia ganó el doble y le bajó el telón al tercer punto. Entonces, la bisagra que transforma el sábado en domingo giró y nos puso sobre la mesa dos puntos con mucho condimento y una obligación común: ganar. Con los argumentos tan conocidos de Juan Martin, en primer turno, y dividiendo de igual a igual el favoritismo con Cilic. De atrás, contra la lógica, en un eventual quinto punto que, del lado argentino, asoma en la agenda de Leo Mayer o de Federico Delbonis.
El día final de la serie empieza exactamente igual a como lo hubiésemos anticipado el jueves, después del sorteo. Ojalá, parece innecesario escribirlo, termine distinto.
Diego lloró por Fidel Castro
En apenas unas horas Diego Maradona pasó de la profunda tristeza por la muerte de Fidel Castro a saltar y cantar de manera exaltada mientras animaba al doble argentino. El ex futbolista lloró sin consuelo en la madrugada croata cuando se enteró del fallecimiento del líder cubano y a su llegada al Arena Zagreb lo recordó con ternura su relación con Fidel. “Lloré mucho. Él fue como mi padre. Decía que cuando se fuera que no lo lloremos, que sigamos viviendo una vida feliz”, indicó. Cuando arrancó el punto de dobles todo eso quedó atrás. Diego entendía que su aliento era fundamental. Sólo así se explica cómo se movió, animó y cantó en incontables ocasiones desde su sillón azul aterciopelado del palco. Ayer se especuló que iría a Cuba. Eso sucederá mañana. “Termina la Davis y me voy a Cuba a despedir a mi amigo”, adelantó.
Un triunfo fundamental para los croatas
Marin Cilic e Ivan Dodig destacaron la importancia del triunfo obtenido en el dobles. “Este punto fue crucial”, declaró Dodig. “Ganamos por pequeñas diferencias”, señaló Cilic.
Argentina necesita una hazaña para festejar
Tras perderel punto de dobles, Argentina buscará una hazaña al alcance de muy pocos. Sólo seis países consiguieron remontar un 2-1 en una final de la Davis desde su creación en 1900. Estados Unidos lo hizo en 1902 ante Islas Brtitánicas y en 1927 contra Francia, mientras que Australia lo logró en 1953 y 1964 ante Estados Unidos. Desde que se creó el Grupo Mundial en 1972, sólo hay dos casos: Rusia lideradro por Marat Safin en 2002 y Serbia, con Novak Djokovic en 2010, ambos antre Francia.
“La Bombonera” de Zagreb
Los hinchas argentinos brindaron un espectáculo sin precedentes para una final de Copa Davis. Con su aliento incesante transformaron el estadio Arena Zagreb en una “Bombonera” y se llevaron el reconocimiento de los croatas. “La Bonboniera u Areni”, fue el título de la edición digital del Sportske Novosti, el periódico deportivo de mayor importancia en Zagreb, que comparó el aliento de los hinchas con el que suele ofrecer la feligresía ‘xeneize’ en el barrio de La Boca cuando alienta a sus colores.